Iturrama era un barrio nuevo al comienzo de nuestra andadura, en aquellos días debíamos trabajar tanto por el día (pinchos, platos combinados, bocadillos) como por la noche (copas). Pasaron los años y nuestro barrio decayó como zona de copas, momento en que nos reinventamos dedicando todo nuestro tiempo exclusivamente a obtener formación gastronómica con la asistencia a diversos congresos y cursos.
Nuestro reto actual es hacer una cocina sana y tradicional, hacer excelentes (con la dificultad que conlleva) cosas sencillas como la tortilla de patata, las croquetas, el ajoarriero, las alcachofas o las rabas de chipirón, anteponiendo ante todo la calidad para el disfrute de nuestros clientes.